Sexo, redes sociales e innovación
La premisa es muy sencilla: usted descarga en Facebook una aplicación llamada 'Bang with Friends'. La aplicación coloca en una lista a sus amigos del sexo opuesto y usted selecciona aquellos con los tiene la fantasía de tener sexo (un "Bang") y listo. Todo queda en secreto y solo usted lo sabe hasta qué, casualidades de la vida, uno de sus "objetos de deseo" descarga la aplicación y manifiesta el mismo interés por usted. Un correo electrónico se envía a ambos revelando el tema. Lo que sigue queda por su cuenta.
Más allá de algunas anécdotas curiosas, como que los creadores son tres estudiantes universitarios que quieren mantener el anonimato debido a posibles prejuicios entre su círculo social y familiar, aún a riesgo de ahuyentar posibles inversionistas, o que una organización religiosa declare el asunto como el mejor ejemplo de cómo las redes sociales pueden destruir nuestras vidas, la aplicación ha logrado más de 600 mil registros y 9 millones de interacciones ("Bangs") en poco menos de un mes de operación. Según información proporcionada por los creadores, se han producido 100 mil "uniones" entre personas interesadas al parecer en algo más que intercambiar fotos y "likes".
El sexo ha sido lo que más se ha vendido en Internet desde que esta fue creada y los servicios online para encontrar pareja estable o eventual no paran de crecer. Otros han tratado de encontrar nichos más específicos y por ejemplo ofrecen servicios como relaciones a parejas casadas con total discreción. La opinión pública se ha rasgado los vestiduras por el asunto lo que ha servido para que muchas empresas inteligentes aprovechen el sonrojo general para desarrollar campañas agresivas que dan que hablar.
Bang with Friends es una vuelta de tuerca al asunto y una demostración de lo simple y a la vez complejo que resulta la innovación para las empresas tradicionales o con cierto recorrido. La mayoría de servicios de citas online se basan en encuentros entre extraños y están sujetos al azar de la cita a ciegas. La posibilidad de tener algún tipo de relación con personas cercanas o conocidas es un "insight" muy fuerte y es una de las fantasías más comunes según muchos estudios de sexología. Como suele suceder, las empresas que manejan un modelo de negocio ya establecido no son capaces de re-enfocar sus servicios y pierden la oportunidad de trabajar sobre una idea que resulta obvia, pero que no es percibida como una oportunidad hasta que otro la lleva a cabo.
Es también una oportunidad para destacar la importancia de flexibilidad y velocidad de reacción en los proyectos digitales. No han pasado cuatro semanas desde que el proyecto se pone al aire para que los fundadores perciban muy claramente que no hay suficiente interacción en la aplicación. A fin de cuentas el usuario selecciona a los amig@s que desea "bangear" y luego no puede hacer nada más que esperar delante de su correo electrónico a que otr@ tenga la misma idea. Pero para un proyecto online la falta de interacción significa fracaso.
Es por eso que en poco más de un mes, el equipo de Bang with Friends ya está desarrollando interaciones sobre la plataforma y una nueva versión que consideran opciones como rankings, sistemas de analítica y recolección de data que indican que es lo los otros interesados ven sobre. Un usuario particular (quizás ven una foto más que otra) y la posibilidad de publicar un ranking determinado en el muro de Facebook (no serán pocos los que se vanaglorien del tema).
El mundo de la innovación suele tener siempre los mismos componentes: una idea que causa una ruptura y que genera fricción y rechazo a la vez que interés en un grupo determinado (que una organización como la Iglesia Católica se rasgué las vestiduras por 9 millones de fantasías sexuales declaradas en privado da para mucho); unas empresas que ya están en el sector pero trabajan sobre modelos de negocio antiguos (regístrese en nuestra plataformas y si quiere un servicio de contactos premium pague por ello) y una organización más pequeña (en este caso tres estudiantes) con una visión diferente del asunto y que tienen la suficiente flexibilidad para incluir cambios veloces y un proceso de ensayo error sin grandes consecuencias. Si su proyecto de innovación no posee estas características, preocúpese.
Es posible que Bang with Friends no sea la siguiente revolución sexual (quién sabe). Sin embargo, sí es un claro ejemplo de las mecánicas de la innovación y de los ingredientes que las hacen fracasar pero también tener éxito.