30 enero 2007

Sexo oral: pasión de multitudes

Dentro de todas las variantes que existen al momento de hacer el amor, el sexo oral es sin dudas una de los favoritas del hombre. Aquí, algunas experiencias que pueden servir de consejo.

La mecánica del sexo oral es sumamente fácil para que nuestra chica la ponga en práctica. Sin embargo, como en tantas otras cosas, hay formas y formas de hacerlo. Algunas más placenteras, algunas más divertidas, y hasta algunas más dolorosas que otras.

En un documental de televisión vi como un muchacho de 25 años contaba cómo su novia se ponía cubitos de hielo en su boca antes de ir para abajo y cuando el calorcito de su boca se mezclaba con el frío de los cubos, en fin, vaya reacción tenía su miembro.

Hay muchos que disfrutan cuando la mujer parece tener una fiesta en su boca. Literalmente: cuando usan su lengua como si fuera una víbora descontrolada y les gusta concentrarse en la "punta del iceberg".

No importa si somos bien dotados por Dios y la muchacha no llega bien hasta abajo, la mayoría de los nervios del pene están en la primera mitad del miembro.

Aunque uno no lo crea, hay mujeres a las que les gusta que las tomen del cabello y les lleven la cabeza -valga la sutileza- de atrás para adelante y de adelante para atrás mientras se entretienen con nuestro "amigo". Sin embargo, hay cosas que toda mujer debería saber: por ejemplo tener cuidado con los dientes. Varias veces se han escuchado historias de dolor por no haber sido ser precavida con la mandíbula.

Los peores dolores vienen de anécdotas que cuentan como parejas sin experiencia han tirado de nuestro miembro como si fuera una palanca de un tragamonedas de casino. O mucho peor, la que intentó poner pasta de dientes sobre el pene del pobre amigo, quien seguramente todavía no puede olvidar el ardor que tuvo que sufrir.

Una vez una chica mordió al "compañero de aventuras" de un pobre tipo, quien estuvo a punto de pegarle por reflejo, ya que pensó que se moría del dolor.

Sería bueno que algunas mujeres no vean al semen como si fuera veneno. Aunque no tienen que tragar, tampoco es necesario que salgan corriendo por la habitación. Una alternativa es que cambien de herramienta y usen un poco sus manos.

Mientras ellas están ahí abajo, no está de más que se den una vuelta por lo que muchos consideran el punto G del hombre: la próstata. Es un pequeña glándula que segrega el llamado líquido prostático, el principal componente del semen, ubicada en la zona que se encuentra entre el ano y los testículos. Después de todo, si le pedimos a nuestra chica que nos toque "por ahí" no va a dudar acerca de nuestra sexualidad.

Para muchos la mejor posición durante la fellatio es estar acostado, aunque hay quienes prefieren estar parados y sentir cómo les tiemblan las piernas cuando están a punto de llegar al climax. Si nuestra chica supiera que nunca vamos a pensar mal de ella si es un poco creativa...